Día de protesta en Camagüey, marcha
dirigida por el joven de 16 años Jesús Suárez Gayol*, líder de
los estudiantes de segunda enseñanza en esa provincia.
De tez blanca, ojos azules y cuerpo
menudo, acostumbra a exponer su pecho en la vanguardia del pelotón
para convocar a la valentía y no sentir miedo a las armas de la
policía.
El arquitecto Joel Díaz Gutiérrez lo
recuerda: Una marcha por los derechos estudiantiles, finalizando la
década de los 40. Suárez Gayol porta la bandera. Parten desde la
emisora local por la principal calle para llegar al otro extremo de
la ciudad. Se agarran por los codos y caminan en bloque unidos.
En medio de los jóvenes, Joel observa
adultos no conocidos y piensa en los sindicalistas. Le llama la
atención que esas personas no gritan en los coros, ni alzan los
brazos con las consignas y se mantienen todo el tiempo observando a
los demás.
En una de las entrecalles se aproxima
la guardia a caballo. La multitud se detiene por un momento ante los
soldados que hacen una barrera e impiden el paso por la avenida.
Pero en un impulso, Jesús Suárez
Gayol alienta a la muchedumbre y los jóvenes chocan con los
uniformados, pero de pronto se ven atacados por los adultos que
marchan junto a ellos.
Uno saca un revolver, Joel al ver que
va a disparar contra su compañero le cae a puñetazos y luego se
incorporan los demás estudiantes que también son golpeados
ferozmente por los gendarmes y por los infiltrados.
El atacante logra disparar un tiro al
aire y en ese momento, la muchachada desarmada corre en diferentes
direcciones.
Hasta el río llegan Jesús y Joel que
se meten al agua con el sudor pegado a la espalda, el cansancio de
una larga distancia recorrida y el sabor de un día de combate.
*Jesús Suárez Gayol, “El Rubio”
en la columna del Che, murió combatiendo en Bolivia